Garbanzos con espinacas
Un guiso clásico y reconfortante hecho con espinacas tiernas y garbanzos sabrosos, condimentado con ajo, pimentón y aceite de oliva, ideal para disfrutar en cualquier momento del día.
Ingredientes
- 500 gramos de garbanzos cocidos podéis usarlos del día anterior o envasados.
- 1 bolsa de espinacas frescas si son congeladas, también valen.
- 2 cebollas medianas picadas bien pequeñitas.
- 1 diente de ajo opcional si no sois muy fans del sabor fuerte.
- 2 zanahorias peladas y cortadas en trocitos.
- Laurel una hojita o dos, según guste.
- 1 cucharada de pimentón dulce de la Vera le da un toque especial.
- 1 cucharada de pimiento choricero si tenéis, le aportará riqueza.
- 1 cucharada de tomate concentrado o 200 ml de salsa de tomate.
- Sal y pimienta negra según el gusto.
- Aceite de oliva virgen extra un chorrito generoso.
- Caldo de pollo alrededor de 500 ml, aunque ajustad según necesidad.
Elaboración paso a paso
- Antes de empezar, lavad bien las espinacas y pelad las zanahorias. Si usáis garbanzos secos, dejadlos en remojo toda la noche . Si ya están cocidos, solo hay que calentarlos.
- En una cazuela amplia, echad un buen chorrito de aceite de oliva. Cuando esté caliente, añadid las cebollas picadas y pochad hasta que estén transparentes. Luego, agregad el ajo y las zanahorias. Removéis todo suavemente para que no se peguen .
- Cuando las verduras estén blanditas, incorporad los garbanzos cocidos. Mezclad bien para que se impregnen del aroma de las especias. Ahora, añadid el laurel, el pimentón dulce y el pimiento choricero. Esto le dará un saborcito único .
- Es el momento de echar las espinacas. Si son frescas, añadidlas poco a poco mientras removéis. Veréis cómo se van reduciendo. Si usáis espinacas congeladas, podéis echarlas directamente .
- Cubrid todo con el caldo de pollo caliente. Dejad cocinar durante unos minutos hasta que los sabores se mezclen bien. Finalmente, añadid el tomate concentrado o la salsa de tomate. Rectificad de sal y pimienta.